Comunicación

Se ha pensado, hablado y escrito tanto sobre Comunicación y sus beneficios en la gestión y el liderazgo, que cuando uno se enfrenta a un proyecto de consultoría para ayudar a una organización a optimizar sus procesos comunicativos, básicamente el ejercicio se convierte en la administración de la ingente cantidad de información disponible y a la mera elaboración de síntesis –aplicada eso sí, al caso concreto- de toda la sabiduría colectiva al respecto de estas materias.

Pasearse por la ineludible ya, aplicación de las TIC a la comunicación empresarial, no aporta tampoco espacio a la creatividad, porque aunque nunca está todo dicho, sí parece que casi todo está enunciado.

Las organizaciones, públicas o privadas, los partidos, las instituciones académicas, los grupos de investigación, las comunidades o cualquier otro tipo de asociación que se organiza bajo una misión (a priori) común, comparten un proyecto. Les une el desarrollo más o menos organizado de unas tareas que les conducirán, de la mano de un líder o gestor (no es lo mismo, pero no quiero enredar este texto con las diferencias), a la obtención de sus objetivos y a dar sentido a su razón de ser como colectivo.

He dedicado buena parte de mi vida profesional a dirigir proyectos, equipos de personas, que durante un periodo de tiempo, debían compartir responsabilidades, anhelos, habilidades, miedos, carencias, tiempo, relaciones… y he comprobado muchas veces, como un buen o mal uso de la comunicación era determinante para el éxito del proyecto, más –me atrevo a decir- que cualquier otra herramienta de dirección que podamos encontrar en los también numerosos manuales y metodologías del buen management.

Así que fruto de esa experiencia, he intentado extrapolar éxitos y aprendizajes, propios y ajenos, en torno a cómo la comunicación ha influenciado en la operativa interna y el desempeño de las actividades, en la cultura del equipo, y el la imagen que esta daba al exterior; para ayudarme a organizar algunas ideas y contribuir con una discreta aportación, fruto de la experiencia propia.

1. Mantén una coherencia entre lo que dices y lo que haces. Un mensaje es fácil de “comprar” pero una actitud es personal e intransferible. Sé honesto con tu estilo de gestión y no transmitas aquello en lo que no crees.

2. No establezcas jerarquías en la difusión (la tan usada cadena de mando informativa) ni en los contenidos de los mensajes (visibilidad directamente proporcional al cargo). Si el objetivo es común, las herramientas para alcanzarlo también han de serlo. Salvo que trabajes en Cabo Cañaveral o en los Servicios de inteligencia, el daño que puede ocasionar la apertura de la información, tiene más que ver con la reivindicación de un status de poder de los gestores de la misma, que con prevenciones razonables. 

3. No manipules. La comunicación está al servicio del proyecto y de los objetivos comunes, no para capitalizar en beneficio propio, la energía y comportamientos del equipo.

4. Favorece la comunicación en red. No podemos (ni lo conseguiríamos) apropiarnos, del control de la información en el grupo. Es responsabilidad del líder  saber articular la red de relaciones en el equipo y favorecer las conexiones entre las personas, para que estas encuentren espacios donde autogestionar la información. Se pierde control, pero se gana eficacia.

5. Leía de nuevo estos días, en el libro “Manual del uso del blog en la Empresa” de Alorza, una de las líneas más bonitas del manifiesto Cluetrain: “Las conversaciones entre seres humanos suenan humanas. Se producen con una voz humana”. Habla con las personas como si fueran personas: sin prepotencia, sin giros artificiales del lenguaje, sin tecnicismos, sin barreras jerárquicas, con respecto (es obvio, pero hay formas tan sutiles de no hacerlo!), con empatía.

6. Escucha. No hay comunicación sin escucha, previa y posterior. Puede que la visión global la tengas tú, que sea tuya la responsabilidad del proyecto, que tengas que marcar la estrategia a cada paso, pero lo que dicen los demás, cada una de las piezas esenciales del engranaje del proyecto, es de vital importancia y merece la misma consideración que tu esperas de ellos.

7. Utiliza las formas y los canales más afines al contexto social y cultural en el que te encuentres. He trabajado en lugares muy diferentes y hay sitios donde una conversación carece de relevancia si no se hace en un despacho y otros, donde la única forma de resolver un conflicto es en el bar, delante de unas cervezas, o un café, o unos churros.

8. Se valiente. Las personas no nos asustamos fácilmente si nos encontramos en un clima de confianza, respecto y soporte mutuos. Los proyectos son carreras de obstáculos, hay riesgos que minimizar y problemas que resolver, hay momentos de crisis y de incertidumbre y es mejor, en mi opinión, en esos casos, compartir la información de que disponemos y las alternativas que manejamos. Desde luego no hay recetas mágicas y depende de cada entorno, pero ante la falta de comunicación, las personas gestionamos la incertidumbre a base de ruido, rumores y distorsiones.

9. Si la comunicación no es directa y personal, asegúrate de que el mensaje ha llegado y se ha interpretado como pretendías. Enviar un mail masivo o publicar algo en la intranet, no es comunicación. Y si crees que tienes feedback porque habilitas una encuesta electrónica, es que necesitas leer muchas listas como esta.

10. No renuncies nunca al sentido del humor 😉

Bytes and Beers

Ayer un amigo “me sacó de juerga”. Sí, es una expresión horrible, pero responde tan fielmente a la realidad, que no puedo evitar la tentación de usarla.

David es de los “no conectados”. Bueno, todo el mundo lo está de alguna manera; como tantos, él usa el ordenado en su trabajo y en su tiempo de ocio, tiene una cuenta de e-mail, y esas cosas; pero considera que la red es un sucedáneo pernicioso de la vida real y se ha propuesto –en una cruzada paternalista, que le permito porque ninguno de los dos nos la creemos- reducir el nivel de virtualidad de la mía.

Así que de vez en cuando, pasa por mi casa y jugamos a que me saca por los pelos a pasear o a tomar un café, después de preguntarme-innecesariamente- cuantos días hace que no me da el sol. Es un juego que nos divierte a los dos.

Ayer por la tarde me llamó y como de costumbre me preguntó si sería posible retirarme de mi portátil unas horas para asistir a una fiesta. Humm, no me gustan mucho las fiestas con mucha gente, sobretodo si no conozco a nadie, y su amenaza de que la noche se convertiría en una juerga con ingredientes a los que la edad ya me ha desacostumbrado, me terminó de desanimar, pero aún así, protegida con mi escepticismo me colé en una terraza en el ático de un piso del barrio de Sants, donde la música, el alcohol, la carne de una barbacoa y las conversaciones triviales en diversas lenguas (en Barcelona vamos a acabar superando el número de extranjeros que viven aquí respecto al de autóctonos. Un regalo a la diversidad), hacían que a ratos me preguntara, “y yo qué hago aquí”. David se divertía con su experimento.

La noche discurría e inevitablemente las afinidades afloraban. Paul viene de Vancouver para pasar unos meses en Barcelona, tras unas semanas en Berlín; empezamos compartiendo la pasión por esa ciudad y cuando David nos interrumpió, ya estábamos buceando por las profundidades de la vida (como lo describió Paul). Al sonar un tema de Janis  Joplin, descubría a un par de melancólicos con los que compartí la admiración por la reina blanca del blues. Y cuando Onu, un inglés  que tiene una empresa en Barcelona, especializada en el uso de blogs aplicado al marketing en distintos sectores empresariales, me preguntó a qué me dedicaba, contesté provocadora y consciente de que la noche iba a dar un giro interesante, inesperado e imprevisto por mi amigo David, que no consiguió separarnos, el resto de la noche.

El día anterior me había leído el libro de Alorza “Manual del uso del blog en la empresa” , que estuvimos comentando, mientras él me hacía gráficos imaginarios en la pared de la terraza, sobre ratios de tráfico, motivaciones y lealtades, y relaciones del uso de sus plataformas con los indicadores de negocio de sus clientes. David nos miraba y negaba con la cabeza, resignado, pero también creo, con cierta satisfacción –la que tenemos todos en esos casos- por conectar a dos personas que tienen algo que compartir y que ofrecerse la una a la otra.

La juerga de verdad, acabó llegando y la disfruté, aunque esa es otra historia. Ahora, con una sonrisa y un ligero dolor de cabeza, quiero aquí agradecer la velada a David y a sus amigos, y presentaros la web de WebOnlineMarketingSolutions  

Salud!

David Cameron

Friends are friends, but sometimes friends get a little closer one another, due to a convergence of interest, problems or common projects. That was the case of Kevin and me, the last days in Berlin.

We both came from T-systems and was there where we established a good friendship based on mutual trust and respect. I remember , smiling,  when he stood up in the middle of chaotic team work, and made (forced) us, to go ahead through his clever visions about how to solve a problem in the Consulting training program where we meet.

Now Kevin is leading a little consulting company in UK specialized on Outsoucing program management, and we were sharing last week our thoughts about how the new web 2.0 philosophy and tools can help companies, administrations and politics to improve the conversation with their customers, and how we could play this game.

We were not always agree about the real influences of this kind of tools in a market which is still living on the industrial ages behaviour,  but anyway we both are fascinated with the potential impact of this new “revolution”.

Kevin sent me an interesting link of David Cameron website. Cameron is the current leader of the Conservative Party and Leader of the Opposition in the UK …and why not, the next Prime Minister if his using of  the new media, allows him to reach the heaven of the Stars.

Independently how close one feel to his political line, what is clear is that he is a good example of how to became a 2.0 Politic fenomen.

Keep us in touch, Kevin.