Bytes and Beers

Ayer un amigo “me sacó de juerga”. Sí, es una expresión horrible, pero responde tan fielmente a la realidad, que no puedo evitar la tentación de usarla.

David es de los “no conectados”. Bueno, todo el mundo lo está de alguna manera; como tantos, él usa el ordenado en su trabajo y en su tiempo de ocio, tiene una cuenta de e-mail, y esas cosas; pero considera que la red es un sucedáneo pernicioso de la vida real y se ha propuesto –en una cruzada paternalista, que le permito porque ninguno de los dos nos la creemos- reducir el nivel de virtualidad de la mía.

Así que de vez en cuando, pasa por mi casa y jugamos a que me saca por los pelos a pasear o a tomar un café, después de preguntarme-innecesariamente- cuantos días hace que no me da el sol. Es un juego que nos divierte a los dos.

Ayer por la tarde me llamó y como de costumbre me preguntó si sería posible retirarme de mi portátil unas horas para asistir a una fiesta. Humm, no me gustan mucho las fiestas con mucha gente, sobretodo si no conozco a nadie, y su amenaza de que la noche se convertiría en una juerga con ingredientes a los que la edad ya me ha desacostumbrado, me terminó de desanimar, pero aún así, protegida con mi escepticismo me colé en una terraza en el ático de un piso del barrio de Sants, donde la música, el alcohol, la carne de una barbacoa y las conversaciones triviales en diversas lenguas (en Barcelona vamos a acabar superando el número de extranjeros que viven aquí respecto al de autóctonos. Un regalo a la diversidad), hacían que a ratos me preguntara, “y yo qué hago aquí”. David se divertía con su experimento.

La noche discurría e inevitablemente las afinidades afloraban. Paul viene de Vancouver para pasar unos meses en Barcelona, tras unas semanas en Berlín; empezamos compartiendo la pasión por esa ciudad y cuando David nos interrumpió, ya estábamos buceando por las profundidades de la vida (como lo describió Paul). Al sonar un tema de Janis  Joplin, descubría a un par de melancólicos con los que compartí la admiración por la reina blanca del blues. Y cuando Onu, un inglés  que tiene una empresa en Barcelona, especializada en el uso de blogs aplicado al marketing en distintos sectores empresariales, me preguntó a qué me dedicaba, contesté provocadora y consciente de que la noche iba a dar un giro interesante, inesperado e imprevisto por mi amigo David, que no consiguió separarnos, el resto de la noche.

El día anterior me había leído el libro de Alorza “Manual del uso del blog en la empresa” , que estuvimos comentando, mientras él me hacía gráficos imaginarios en la pared de la terraza, sobre ratios de tráfico, motivaciones y lealtades, y relaciones del uso de sus plataformas con los indicadores de negocio de sus clientes. David nos miraba y negaba con la cabeza, resignado, pero también creo, con cierta satisfacción –la que tenemos todos en esos casos- por conectar a dos personas que tienen algo que compartir y que ofrecerse la una a la otra.

La juerga de verdad, acabó llegando y la disfruté, aunque esa es otra historia. Ahora, con una sonrisa y un ligero dolor de cabeza, quiero aquí agradecer la velada a David y a sus amigos, y presentaros la web de WebOnlineMarketingSolutions  

Salud!

Categoría: Personas

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