Liberté, Égalité, P2P

Imagen+1Esta tarde he asistido a la charla que organizaba Platoniq en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, bajo el título Liberté, Égalité, P2P.

La sesión la ha iniciado Olivier Schulbaum de Platoniq una organización dedicada a “estudiar los posibles usos sociales de la tecnología y el trabajo en red, con el objetivo de mejorar estrategias de comunicación, autoformación y organización ciudadana”. Nos ha expliado su proyecto BCC (Banco Común de Conocimiento).

En su web podemos leer “El BCC es un espacio de acción social en el cual se desarrollan y analizan mecanismos de intercambios de información.
Los intercambios de información habitualmente se realizan a través de los grandes canales mediáticos y se transmiten a través de flujos de gran intensidad o bien a través de redes de contacto personal muy estrechas.
Queda poco espacio para flujos no comerciales y de elevado nivel práctico a pesar de que éstos producen una conformación de la sociedad más adecuada a las necesidades y derechos de los individuos que la componen”.

Navegando a través de ella, me he encontrado con una crónica de Juan Freire sobre el funcionamiento de esta iniciativa. No podría decir nada más ni mejor, así, que aquí la enlazo.

La introducción al evento, no podía se más sugerente:

«La filosofía de redes P2P va más allá del uso de las nuevas tecnologías para el intercambio de música, películas o ficheros. Se trata de compartir el poder y el acceso amplio y distribuido en el diseño participativo de un proceso social dónde nadie esté excluido.
Todo parece indicar que exportar los modelos P2P a espacios no digitales, puede ser la clave del futuro desarrollo de nuestras sociedades.»

Unas sociedades que asisten perplejas al ocaso de un sistema que nos está reventando en las manos. Y en las que muchos nos debatimos entre confiar en nuestros desesperados y desbordados líderes para que reparen las grietas, o liarse a martillazos para acelerar un proceso de transformación social a todas vistas inaplazable.

En este contexto, la colaboración entre iguales, como la concepción de un nuevo modelo económico y una corriente de pensamiento y acciones coordinadas desde la ciudadanía, me parece la apuesta más segura.

Pero no es tan fácil. Las preguntas enunciadas y debatidas eran las siguientes:

– Estamos preparados para producir cultura entre iguales?
– Podemos reclamar un gobierno entre iguales y avanzar hacia la autogestión?
– Podemos compartir la cultura, más allá del concepto de propiedad privada?

Pero antes de que Michel Bauwens fundador de la P2P foundation entrara en detalles, Ismael Peña-López, ha sentado las bases conceptuales de lo que entendemos por la emergencia de la colaboración entre iguales.
Es lo único que no ha redactado en su blog , porque aún no ha encontrado la forma de hablar y postear al mismo tiempo, pero cualquier día le veo haciéndolo.

Ismael nos explicaba que esta nueva forma de entender la producción, el gobierno, el aprendizaje y las relaciones, no es algo ni revolucionario en su sentido violento, ni minoritario, ni tecnológico. Es la evolución natural e incontenida de una sociedad que se articuló en momentos en que los costes de transacción de las relaciones nos obligaban a compartir espacios físicos, a organizarnos en estructuras permanentes (sólidas recurriendo a Bauman) y delegar en intermediarios (empresas, asociaciones, políticos…) los asuntos de lo público.

Hoy, nuestros modelos productivos se basan en flujos de información. Esa información es abundante, y su transmisión veloz, oblicua y a coste tendiente a 0. Esto obliga a replantearse muchas cosas, como …

La Educación : Ya no se trata de saber, si no de saber aplicar. Ya no hace falta que nos juntemos en un espacio físico, ni que aprendamos datos. Son accesibles. Están ahí, al alcance de un click .

El Gobierno (la política): La democracia representativa está bien, es cómoda en tiempos de escasez de la información. Yo te doy mi voto, y tu cobras por estar informado, tener criterio y tomar buenas decisiones. Si?. Pues resulta que como colectivo estamos mejor informados que nuestros representantes (de nuevo, la información es abundante y libre), que además transmitimos esa información (bidireccionalmente, entre nosotros, desde y hacia nuestros políticos) y además puedo deliberar (hacer política) a coste 0.

La Empesa. Todo está montado alrededor de necesitar intermediarios para reducir costes y generar valor. Aplicar lo anterior.

Una vez expuesto el marco, Ismael ha dado paso a Michel Bauwens, pero os recomiendo la crónica ya referida de Ismael. Dejo aquí tan sólo algunas de las frases de Bauwens que me han llamado más la atención y no me extiendo más:

  • En un futuro próximo aplicaremos modelos P2P a/en espacios no digitales
  • Pasamos de la economía de la producción a la economía del conocimiento, pero [aviso a navegantes], aquí no hay mercado, porque el mercado no puede basarse en bienes abundantes y la información lo es.
  • Antropológicamente hemos evolucionado desde las relaciones tribales (basadas en la identidad grupal) a las estructuras jerarquicas (basadas en las relaciones de poder) a las comunidades (yo contribuyo en lo que sea y que los otros cojan lo que quieran)

Otro día desarrollo el debate sobre las barreras y las necesidades para que todo esto sea viable y no una utopía. Mi intervención al final buscaba esas respuestas, porque aunque esa transformación es ya una evidencia, está inmersa en un sistema que juega con otras reglas: difícilmente convenceré a mi casera de que basemos nuestra relación en la pasión por el procomún, nadie me dará un préstamo si no acredito una actividad económica tradicional, he de tribrutar por unos ingresos y he de dar forma legal a mi actividad profesional, por enunciar algunas fastidiosas cosas mundanas con las que nos topamos a diario. Pero otro día me pongo pragmática.

Os dejo la presentación de Bauwens.

Najwa Karam y una historia sin fin

Taxi cab signHace unos días, cogí un taxi para ir a casa de amiga. Los taxis son espacios mágicos.
En este caso, lo conducía una mujer rubia y rosada, que al entrar me saludó muy amable con un fuerte acento inglés.

Íbamos hablando sobre barcelona, las eternas obras de algunas plazas malditas, y otras trivialidades, mientras yo imaginaba la historia de esa mujer extranjera que pasaba las hojas del callejero a velocidad tecnológica.

Imaginé su historia y proyecté una propia, imaginándome en ciudades lejanas y desconocidas, optando por trabajar de taxista como una forma salvaje y definitiva de conocer el lugar y sus gentes.

¿De dónde eres? pregunté al fin. Nueva York.
Ah!, he estado allí hace poco. Mi interés creció y nos enrolamos en una conversación que podría haber durado horas.

Sonaba en el taxi una música increíble y le pregunté si era la radio o un CD.
Es un CD de mi marido. Es tunecino. Esta es su música favorita y me los graba para el taxi. Mi imaginación y mi curiosidad volvieron a dispararse, pero el trayecto llegaba a su fin.

La cantante es Najwa Karam. Me ayudó a escribirlo en un semáforo.

Aquí os dejo un par de videos y una historia sin fin en la que me hubiera gustado detenerme un trocito de vida.

Afilando los lápices

bodyUn poco aturdida por el cambio horario, me solidarizo con Miquel, aunque sólo sea para tomarme con el humor que le caracteriza, el insomnio que presiento esta noche.

Es también noche de reflexión. Mañana empiezo un proyecto. Un proyecto de esos que son como una gran ola, de esos que te asusta tanto perder como ganar. Y por aquello de “ten cuidado con lo que deseas”, pues adjudicado.
Así que voy a surfear durante unos meses a lomos de esta aventura.

Ha sido un proceso típico de conversaciones previas, esbozos, enfoques, propuesta formal, defensa y por fin un correo aceptando la oferta y final cordial de “bienvenida a la casa”. Una casa grande, abrumadora para una artesana, pero no imposible para una soñadora enredada.

He compartido con el cliente, no sólo la propuesta del proyecto, sino la idea, a priori desconcertante (están, acostumbrados a grandes empresas proveedoras), de que la consultoria artesana en Red, puede cristalizarse en torno a proyectos, con la misma eficacia que las organizaciones tradicionales.

Les reconozco la valentía. Pero también la pericia de buscar propuestas alternativas para llevar a cabo una revolución interna:
Quieren transformar un modelo de servicios basado en la producción por otro basado en la gestión del conocimiento.
Quieren definir flujos por los que circule el saber individual para convertirlo en capital colectivo, evidentemente, económico.
Quieren sintetizar el conocimiento disperso en la organización en activos tangibles.
Pero habrá que acercarse más para entender qué quieren y sobretodo, qué necesitan.

Es un gran proyecto, pero como siempre recomienda mi colega mkl, la primera fase es modesta, asumible, necesaria para ver si nos entendemos, si somos capaces de conceptualizar juntos una estrategia, de definir los objetivos reales y de identificar las barreras, los límites y los recursos de que disponemos.

Esta noche de insomnio me siento como una niña ante su primer día de clase. Afilando los lápices, preparando la cartera, y repasando los libros de texto, antes de abandonarse a la vorágine de los plazos pactados, de sumergirme en el delirio de autoexigencia, y de entregarme a una nueva oportunidad de aprender, compartir y crear.