Najwa Karam y una historia sin fin

Taxi cab signHace unos días, cogí un taxi para ir a casa de amiga. Los taxis son espacios mágicos.
En este caso, lo conducía una mujer rubia y rosada, que al entrar me saludó muy amable con un fuerte acento inglés.

Íbamos hablando sobre barcelona, las eternas obras de algunas plazas malditas, y otras trivialidades, mientras yo imaginaba la historia de esa mujer extranjera que pasaba las hojas del callejero a velocidad tecnológica.

Imaginé su historia y proyecté una propia, imaginándome en ciudades lejanas y desconocidas, optando por trabajar de taxista como una forma salvaje y definitiva de conocer el lugar y sus gentes.

¿De dónde eres? pregunté al fin. Nueva York.
Ah!, he estado allí hace poco. Mi interés creció y nos enrolamos en una conversación que podría haber durado horas.

Sonaba en el taxi una música increíble y le pregunté si era la radio o un CD.
Es un CD de mi marido. Es tunecino. Esta es su música favorita y me los graba para el taxi. Mi imaginación y mi curiosidad volvieron a dispararse, pero el trayecto llegaba a su fin.

La cantante es Najwa Karam. Me ayudó a escribirlo en un semáforo.

Aquí os dejo un par de videos y una historia sin fin en la que me hubiera gustado detenerme un trocito de vida.

Categoría: Personas

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Comentarios: 2

  1. Julen 08/04/2009 at 03:33 Reply

    Este tipo de historias son estupendas. Elevan la condición humana. Hay buena gente, ¿verdad? Repartida por ahí, en cada esquina. Suerte de conversación.

  2. Odilas 10/04/2009 at 22:32 Reply

    Hay buena gente sí, pero las prisas no nos dejan vernos y disfrutarnos. De vez en cuando, por alguna razón, hay conexiones más fuertes que la vorágine infame en la que vivimos. Y entonces…ocurre: Seres humanos conversando. You know 😉

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