Redistribución de alimentos – Escala local

Hace 6 meses mi familia se trasladó a las merindades de Burgos, un bello territorio a medio camino entre las ciudades de Burgos y Bilbao. LA frontera entre Castilla León y País Vasco, está poblada de pequeños municipios entre valles de vegetación generosa y colinas que guardan el sendero del Ebro y sus afluentes.

Esta zona forma parte de mi historia, de la memoria emocional de mi familia (mi madre es de aquí) y ha sido a estos orígenes a dónde hemos vuelto en busca de un contexto más amable, más manejable, más humano. Más idóneo quizás para afrontar una crisis que nadie sabe a dónde nos conducirá, hasta dónde llegará ni a cuantos engullirá.

Hace dos años empezamos a planificar el cambio de vida. Las ciudades pueden ser una ratonera en situaciones de crisis, económicas, políticas, sociales… A mi, personalmente cada vez me da más miedo lo grande, lo masivo, lo global; la fuerza autodestructiva que puede llegar a tener la masa inconsciente, aturdida, atemorizada, en manos de los intereses de unos pocos con recursos y bien organizados. No alentaré el fantasma de la conspiración planetaria pero me parece a mi (y mi y a muchos) que esto es algo más que una crisis económica y que estamos asistiendo con desconcierto y desorganización a un cambio de orden social que exige que estemos muy atentos al modelo de sociedad que surgirá del mismo y al papel que jugamos cada uno en ello.

Uno de los motivos de volver a un entorno más pequeño, más humano, de mayor proximidad, es la sensación de que aquí el tejido social debe estar más cohesionado. Aquí todos se conocen y parece impensable que no se dé de forma natural cierta justicia social en cuanto a la distribución de recursos.

Estamos rodeados de campos de cultivo y aunque se han instalado en el pueblo desde hace años las grandes cadenas de comercialización de alimentos, parece impensable imaginarse aquí a alguien metiendo medio cuerpo en un contenedor para buscar comida desesperadamente.

En un entorno como este, donde el capitalismo no ha tenido el arraigo que se da en las grandes ciudades, parece posible pensar que en estos momentos donde el sistema se revuelve con ferocidad contra el 99% (Stiglitz), se puede volver fácilmente a dinámicas de trueque que, aunque no sustituyan plenamente el modelo económico imperante, sí pueda complementar su utilidad y matizar sus injusticias y aberraciones.

Pero todo eso responde más a una visión utópica y romántica del entorno rural que a una realidad objetiva. Así que a pesar del poco tiempo que dejarán los proyectos, los viajes y las preocupaciones particulares (a menudo banales, estúpidas y frívolas), he pensado en hacer algo, intentarlo al menos,  para que mi entorno más cercano sea mejor para aquellos que ya no pueden esperar nada más que la solidaridad, la empatía y la complicidad de sus iguales.

Hay que hacer algo más que cabrearse, compartir información y sumar “likes” a denuncias digitales. Si podemos usar dinámicas de red y tecnología para mejorar la distribución del conocimiento y valor en las empresas, por qué no vamos a poder contribuir a dinamizar socialmente pueblos con las mismas dimensiones de muchas de las organizaciones con las que trabajamos?. Si internet, el conocimiento y la innovación, sociedad red…. blablablá, no nos sirve para algo tan básico como que nadie pase hambre en tu ámbito de influencia, de qué mierda estamos hablando?

En cualquier caso, cuesta mirar para otro lado. Así que estos días en el pueblo, nos hemos puesto a pensar unos cuantos por aquí sobre cómo poder garantizar que al menos a pequeña escala, en este pueblo, nadie tenga dificultades para comer adecuada y dignamente.

El proyecto nace de la emoción más que del conocimiento y el rigor, así que desde aquí pedimos ayuda a todo el que pueda aportar información sobre lo que ya se hace, lo que se hace bien, los riesgos, las instituciones veteranas en estas cosas, metodologías…etc que ayuden a montar algo útil para la gente y apalancándonos en todo lo que ya se hace y ha hecho al respecto a nivel local y global.

Os dejo por aquí un primer mapa mental que surgió de una pequeña reunión ayer.

Si alguien quiere colaborar, que comente por aquí cómo puede hacerlo o envíe un correo a maria.salido@gmail.com

 

Gracias!

Categoría: Personas

Comentarios: 3

  1. Estibaliz Hernandez 05/01/2013 at 02:26 Reply

    Hola Odilas! Muy interesante la iniciativa que planteas. En MIK hace unos años realizamos un proyecto de recuperación de alimentos de las grandes superficies para canalizarlos hacia comedores sociales. Si quieres más info te puedo pasar por e-mail.
    Suerte & feliz año!

  2. maria 05/01/2013 at 11:07 Reply

    Hola @odilas,
    Primero, enhorabuena por la iniciativa. Por poquito que vayáis haciendo, estoy segura que los beneficios sociales que apuntas pronto comenzarán a emerger.
    Segundo, confieso que no tengo ni idea del tema, pero leyendo tu mapa, he echado en falta una idea que quizás pueda ser útil. Se trataría de trabajar en un paso previo a la distribución de los alimentos y considerar también su producción comunitaria, es decir, en huertas comunitarias. Desconozco cómo está distribuida la propiedad de los terrenos por la zona, pero tanto desde ayuntamientos como desde iniciativas privadas, quizás podáis trabajar también desde ese punto. No sé, quizás ya hay excedente de alimentos y ni siquiera planteáis esta fase previa pero ya que se me ha ocurrido, ahí va mi pequeña aportación. Por cierto, con poner «huertas comunitarias» en google encontrarás multitud de ejemplos.
    Enhorabuena de nuevo y que disfrutes del cambio de vida 🙂

  3. mariasalido 15/01/2013 at 21:00 Reply

    Gracias Estibaliz, vamos a abrir un wiki público para ir compartiendo experiencias! Un abrazo

    Gracias maria, buena idea. Lo veo más en una segunda fase. De momento queremos centrarnos en redistribuir el excedente. Dejar de ver basuras y containers llenos de comida saludable mientras hay gente que mendiga la caridad de sus vecinos. Hay escasez conviviendo si no con abundancia, si con excedente no/mal canalizado. PEro apunto la propuesta, teniendo en cuenta el territorio lo veo genial. Un abrazo

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