El domingo pasado leí un interesante artículo en El País Semanal.
Estaba por aquí, en la mesa, entre los papeles que esperan su tiempo de ser recuperados entre el desorden, para ser releídos o relacionados con otras ideas o vivencias.
Hoy una anécdota en InnovaCamp compartida con Jordi Graells (no viene a cuento), me ha hecho sonreir y recordar lo que sigue (Recuperado gracias al blog ciutadak):
Visión Periférica
Un gesto de complicidad que dice mucho. El presidente de EEUU estrecha la mano del hombre que hace guardia a la puerta de la residencia del primer ministro británico
El señor de espaldas es, evidentemente, Obama (conocemos ya su parte de atrás mejor que la nuestra). El de frente, un policía que hacía guardia en la puerta del número 10 de Downing Street, residencia, como es sabido, del primer ministro británico. El caso es que al cruzar el umbral, Obama reparó en el guardia y le dio la mano sin detenerse, de un modo apresurado, casi clandestino, buscando una complicidad rápida, estableciendo una connivencia veloz. Esto no se debe hacer, le dice telepáticamente al guardia, no está en el protocolo, sólo es para que veas que yo, en realidad, soy tú; es posible incluso que tenga más de ti de lo que tengo de mí, pertenezco a tu clase más que a la mía, pero debo fingir que me muevo bien en estos ambientes para llevar a cabo mi proyecto del que, no lo dudes, formas parte.
¿Se puede ser más tú que yo, más otro que uno mismo? Perfectamente, cualquier desclasado lo sabe. Quizá Barack Obama pertenezca a esta variedad de mamífero, pues lo normal, cuando eres presidente de Estados Unidos, incluso cuando eres presidente de un club de fútbol, es que te extirpen la visión periférica al objeto de que no percibas la realidad suburbial, el escenario adyacente, que es siempre un incordio.
Reparar en la existencia de un humilde guardia que pasa frío a la puerta de una mansión donde vas a tomar té con pastas junto a la chimenea tiene un mérito enorme o es producto de un sentimiento de culpa insoportable. Sea como fuere, en la familia del guardia se recordará este hermoso gesto durante generaciones. En la de Obama ni siquiera lo registraron.
Text: Juan José Millás
Foto:Toby Melville
El País Semanal, diumenge 03/05/09
Categoría: Personas
Etiquetado: comunicación, Obama, Política
Lo triste del asunto es que nos parezca digno de un artículo. Hasta ahí hemos llegado. No somos personas, es el presidente del mundo y un tipo cualquiera.
Bueno, el presidente del mundo es un tipo cualquiera!.
Me dejas pensando…entre las razones que provcan la sonrisa al ver la imagen y la tristeza (compartida) de la que hablas.
Feliz día
Les assistents dels ‘obames’ acaben sentint-se superiors a les presentacions perquè és el que veuen cada dia al seu voltant. I, malauradament Maria, se’ls enganxa aquesta ‘mis…’ condició.
Però la cosa comença a canviar…:D
Sí Jordi, els gestos, el comportament, les actituts s’encomanen…esperem que tambe les bones ;-).
Pues yo creo que la cosa tiene su trascendencia por la simplicidad de la imagen y por la fuerza del símbolo. Prefiero que el presidente de Estados Unidos dé la mano a un bobbi que verle leer un cuento al revés con cara de póquer como su antecesor.
Y por otra parte, una imagen siempre refleja un hecho congelado, pero me gustaría pensar que previo al saludo hubo alguna otra complicidad no captada por la cámara. Quien sabe, un guiño de ojo por parte de Obama, una sonrisa o una simple muestra de simpatía espontánea.
Los gestos cotidianos todavía nos sorprenden más de lo que deberían pero la imagen me hace pensar que, por ejemplo, este hombre se lo pensará dos veces antes de apretar el botón nuclear.
No se Josep, yo no me atrevo a ser tan optimista. Pero la imagen también me impactó y el texto me hizo reflexionar sobre la capacidad de lo que precisamente describe el título la «visión periférica». Nuestra percepción de la realidad es muy parcial, nos concentramos en nuestro entorno y circunstancias y es difícil ser sensible a otras realidades, a mundos paralelos a los que consideramos el nuestro. Creo que la mayoria de las veces es más insensibilidad que maldad, pero se agradece ver de vez en cuando esa amplitud, en Obama o en el vecino del quinto.
Un saludo.
Me gustaría pensar que ese gesto es fortuito, pero me parece a mi que no. Creo que este presidente es más listo (incluso) de lo que parece. Y lo que es más importante, se rodea de gente tan inteligente o más que él.
En cualquier caso es una bonita foto.
Interesante perspectiva Kedume. Muy periférica 😉
Hola Buenos días,
Soy Jose Ignacio de Tatum, te escribo por si nos podias facilitar un mail tuyo poruqe estamos interesados en seguir tu blog.
Perdona por escribir en los comentarios del articulo pero no encontre otro sitio.
Gracias por tu atencion. Un saludo
Hola Jose Ignacio. Mi mail es maria.salido@gmail.com
Gracias por el interés
Un saludo