Ayer, mientras Obama hablaba al mundo, mi amiga Sole, daba una charla a sus colegas, los comerciantes de Sant Joan Despí en Barcelona.
Ella, en muy poco tiempo se ha convertido en un referente de éxito en la zona y de forma más o menos voluntaria (desde luego inevitable, conociéndola) asumió la presidencia de la asociación de comerciantes de Sant Joan. Una tarea de la que no obtiene más que la satisfacción (y la frustración muchas veces) de poner su experiencia y su talento al servicio de los demás.
Este es el texto, que ayer entregaba a los asistentes al acto:
El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.
Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía.
Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.
Hablar de crisis es promoverla y callar en la crisis es exaltar el conformismo.
En vez de esto trabajemos duro.Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
Entre lo que escribía Einstein, lo que proclama Obama y lo que hace Sole hay una relación de convivencia ideológica (ya sé que fuerzo la máquina), que alimenta mi convicción en que los retos a los que nos enfrentamos requieren de responsabilidad individual y capacidad colectiva.
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Suscribo totalmente el requerimiento de responsabilidad individual y capacidad colectiva para poder afrontar los retos pero lo que la experiencia me dice es que para llegar al éxito (o como mínimo a caminar hacia él) es fundamental que ambas cosas se den al unísono porque desgraciadamente suelen producirse a destiempo lo que provoca en muchas ocasiones fracasos individuales y decepciones colectivas
Sole
Sabia reflexión, amiga.
Nos vemos luego y hablamos de lo humano y lo divino.
Un besito