“Estamos inmersos en la peor crisis financiera desde 1930” introduce Soros en su primer capítulo, algo que ya no escandaliza a nadie a estas alturas.
“El paradigma existente, es decir, la creencia en que los mercados financieros tienden al equilibrio, es tanto falso como engañoso”.
Un poco de historia simplificada y extraída de distintos capítulos del libro:
La crisis actual tiene su origen en el estallido de la burbuja de Internet a finales del 2000, esa situación junto con el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 hizo que, para contrarrestar la desaceleración, los tipos se bajaran hasta mínimos históricos.
“El dinero barato produjo una burbuja inmobiliaria, una expansión de adquisiones de empresas con financiación y otros excesos”
“Los precios de las viviendas crecieron más del 50% en 5 años (2000-2005) lo que generó especulación, y los prestamistas agudizaron el ingenio para hacer que las casas parecieran asequibles. La gestión de riesgos se relajó hasta llegar a casos extremos como los llamados créditos “ninja” (no job, no income, no assets)”
Soros No cree que la oferta y la demanda se autorregulen. Que es una falsa creencia sobre la que se sustenta un capitalismo caduco. Y lo explica utilizando de nuevo la teoría de la reflexividad y su función manipulativa: Que los prestamistas nos persiguieran por las calles para concedernos préstamos que no necesitábamos era quizás una forma de romper equilibrios.
“Después, los bancos liquidaron sus hipotecas convirtiéndolas en valores, escalonando el riesgo y diversificándolo Geográficamente” (por eso estamos todos pringados). Eso incrementó el riesgo, según Soros, ya que “se transfirió la propiedad hipotecaria de los bancos, que conocían a sus clientes, a los inversores, que no”.
Luego llegó la subida de intereses pero, pero la situación se mantenía “gracias a una demanda especulativa, ayudada e instigada por prácticas de préstamo cada vez más agresivas” y productos financieros cada vez más sofisticados.
Finalmente, en la primavera de 2007 , “el momento de la verdad llegó cuando el problema de la suprime llevo a la bancarrota a New Century Financial Corp., a lo que siguió un periodo de decadencia en el que el precio de la vivienda caía pero la gente no se daba cuenta de que el juego había llegado a su fin”
Nadie ha velado por contrarrestar las perversiones del sistema. Soros culpa a los reguladores de “descuidar sus responsabilidades y confiar en el mecanismo del mercado para corregir sus propios excesos”. Una tendencia (“la magia de los mercados” –Ronald reagan-) que tuvo un gran impulso tras la II Guerra mundial “debido al fracaso del comunismo, el socialismo y otras formas de intervención del estado” y que se enloqueció durante los años 80: “La creencia en que los mercados tienden al equilibrio ha favorecido las políticas de libertad absoluta…llamo a esto fundamentalismo del mercado y sostengo…que no es mejor que el dogma del marxismo. Ambas ideologías se refugian en una apariencia científica para parecer más aceptables, pero las teoritas que invocan no resisten el test de la realidad. Usan el método científico para manipular la realidad, no para entenderla”.
Pero Soros, que defiende que esto no es una crisis más, sino el fin de una era, va más allá de las explicaciones técnicas de la burbuja inmobiliaria y de los excesos del sistema financiero y reconoce que “la situación actual no se entiende si no tenemos en cuenta la potencia económica de China, India y algunos países productores de petróleo; el auge de productos básicos y la creciente falta de voluntad del mundo de mantener dólares”.
El libro finaliza con una lista de preguntas entre las que se encuentra la abrumadora ¿Cómo podemos crear un mejor orden mundial?. “Quiero describir la condición humana. Debemos tomar nuestras decisiones sin disponer de conocimiento suficiente. Hemos conseguido controlar las fuerzas de la naturaleza y eso nos hace muy poderosos. Pero nuestras decisiones tienen mucha repercusión. Y podemos hacer mucho bien o mucho mal. En realidad todavía no sabemos como autogobernarnos”. «Tenemos que conseguir un mejor conocimiento de la situación en la que nos encontramos. Es difícil acaptar la incertidumbre y tentador escapar de ella autoengañándonos o enganándonos mutuamete, pero eso, probablemente, acabará metiéndonos en problemas mayores«.
Es un final que conecta con otro autor Eudald Carbonell al que abandoné cuando me encontré con Soros. En sus dos libros “El nacimiento de una nueva conciencia” y “La conciencia que quema”, reclama un pensamiento social crítico para utilizar nuestro conocimiento y nuestras habilidades sociales hacia del desarrollo de una “nueva especie” capaz de enfrentarse a los retos que nos aguardan.
Dejo a Soros, espero no haberme puesto pesadita, pero me ha encantado leerlo, escribirlo me ha ayudado a sintetizar y compartirlo me ha obligado a comprenderlo un poco mejor.
Etiquetado: economia, George Soros, valores
Pues a mi me ha encantado. Tu trabajo ha rendido sus frutos: en cinco minutos he captado cosas que importan (en términos macroeconómicos).
En tiempos de zozobra es cuando nos detenemos a pensar…. o deberíamos.
Espero que de esta crisis surja algo mejor… para eso están las crisis.
Gracias Félix, para mi ha sido un placer irresistible, pero siempre publicas esperando que le sirva a alguien más.
Yo estoy segura de que avanzaremos hacia un «orden mundial» más justo y más sostenible. No nos queda otra.
HIPOTECAS NINJA, INSOLVENTE COMPRADOR, VS
HIPOTECAS TINSA, SINVERGÜENZA TASADOR.
CAJA CASTILLA LA MANCHA
Y SU DIRECTOR GENERAL ILDEFONSO ORTEGA.
Rafael del Barco Carreras
Esa Caja no dará tanto juego político-mediático como RUMASA, o el BANESTO de Mario Conde, o mejor de la aristocracia del franquismo, pues de ahí provenía el más de un tercio de todo su balance incobrable, podrido. Debería cambiar el Régimen, o tan solo el Gobierno, para llenar tantas o más páginas que los escándalos más importante de los 80 y 90. Los dos a cargo del Estado y un regalo para quienes se subrogaron activos y empresas. En RUMASA un selecto grupo de socialistas, y en Banesto los Botín. La depredación en quiebras, ya sean administradas por el Gobierno o por los juzgados, ha sido un buen negocio para todo tipo de vividores. Los acreedores no cobran y los escasos activos desaparecen, y en muchos casos con más crédito encima, que resultará a su vez impagado, y el activo vendido a precio de saldo, o gran pelotazo al estilo Galerías Preciados con los Boyer gestionando. Una tradicional práctica que en la actual quiebra TOTAL, no me refiero a la de Caja Castilla, sino del Sistema Financiero, se presenta muy complicada. Ni los buitres de profesión le encuentran la parte blanda para hincarle el diente. Nadie sabe si quedarse un piso o terreno (recalificado o no) por el 10% o el 50% de su precio o hipoteca es un buen negocio o más ruina. Hasta el concepto PRECIO ha entrado en profunda especulación filosófica. En Bolsa los especuladores intentan rehacerse aprovechando extrañas subidas, seguidas de bajadas, que ni con créditos aciertan (unicamente los de «información privilegiada») y la mayoría pierden. Pequeñas burbujas, dientes de sierra, alimentadas con nuevo dinero y “noticias oficiales”.
Por mi profesión y años, no me llama casi nada la atención, esa Caja no es más que otro de los cadáveres donde una gran manada de buitres no ha dejado ni los huesos, pues si los hubiera aun vendiéndolos entre “iguales” o el ICO (operaciones ful) subsistirían sus primitivos administradores, socialistas de pro. En este momento, y por lo que me cuentan, hay varias cajas con presencia continua de funcionarios del Banco de España e intervenirlas o no es un matiz más político que financiero. Y en este macro enredo alimentando mi morbo profesional surge un nombre célebre en sus ambientes, desconocido para mí, el DIRECTOR GENERAL de esa Caja, ILDEFONSO ORTEGA, que sigue con los administradores del Banco de España. En si mismo eso no es extraño, los técnicos, los burócratas, son indispensables para que por lo menos los nuevos encuentren los “papeles”, aunque enreden más que esclarezcan. Pero lo curioso del personaje es que además de Director General era o es Presidente de TINSA, la mayor TASADORA INMOBILIARIA ESPAÑOLA que ha valorado todos los activos de esa y casi todas las cajas (socialistas supongo) porque y además Don Ildefonso tiene o tenía alto cargo en la Confederación Española de Cajas de Ahorro, el cartel de cajas. Y eso es así en todos los “grupos financiero-inmobiliarios”, las TASADORAS SON PROPIAS, o de particulares pero PROPIAS. Minutas que a sumar al gran expolio.
Esa noticia, que a mi me impactó, pasa sin pena ni gloria. En España es normal, aquí las incompatibilidades, los tan oídos “conflictos de intereses” en las películas americanas, o la Ética, no forman parte de la Conciencia Nacional. Conciencia colectiva e individual completamente laxa o inexistente. El “yo me lo guiso y me lo como”. En principio esa TINSA es responsable de gran parte de las HIPOTECAS NINJA O SUBPRIME españolas. De ESOS PRECIOS que al doble o triple de su real coste entraban a formar parte del ACTIVO del Sistema Financiero, donde aun aumentaría un DIEZ O VEINTE POR CIENTO ANUAL (a tenor de sospechosas fijaciones de precios en el sector inmobiliario) con ventas entre FONDOS Y ANÓNIMAS del propio Sistema porque compradores REALES hacía DIEZ AÑOS ya escaseaban. Si nos atenemos a las estadísticas, 2003-2008, de las 700.000 viviendas anuales construidas habría 200.000 compradores más o menos posibles y solventes. El resto, ventas NINJA, donde el comprador es un perfecto insolvente, o TINSA, donde quien fija la hipoteca y de rebote el precio del inmueble es un PERFECTO SINVERGÜENZA.
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