Gestión de -emociones- Proyectos

Los proyectos fallan en su ejecución. Tenemos metodologías, toneladas de libros con discursos técnicos, años de experiencia como disciplina; pero el hecho es que conseguir que los proyectos se implanten en el tiempo, coste y calidad con que fueron estimados en su concepción, sigue siendo un desafío para los proveedores y un motivo de desazón y desconfianza para los clientes.

Tras la revolución industrial y su consecuente industrialización de la producción, hemos heredado modelos que inhiben la capitalización del talento individual, la creatividad y el compromiso emocional de los equipos que participan en el desarrollo de los proyectos.
Llevamos años hablando de la sociedad de la información y de estrategias de gestión de conocimiento pero no hemos conseguido romper el hielo y crear espacios donde la sabiduría (inteligencia colectiva y aplicada) guíe nuestros pasos hacia productos y servicios excelentes.

La experiencia insiste en que observemos que obviar estrategias de capital humano, negar las emociones y sus implicaciones en el desarrollo de los proyectos y aplicar metodologías y procedimientos homogeneizadores, inhiben que las personas brillen, creen, florezcan, exploten todo su potencial y disfruten aportando valor al equipo y al proyecto

Hasta que no entendamos esto, hasta que los sentimientos no nos importen tanto como los modelos de costes, los diagramas de planificación de tareas, las tablas de gestión de riesgos.., estamos destinados a crear espacios que destruyen el alma y el espíritu de sus miembros y que en vez de incrementar el potencial humano, lo reducen.

En cualquier proyecto, es necesario considerar a las personas y su socialización en los equipos de trabajo, considerando el papel decisivo que desempeñan sus aspiraciones esperanzas y deseos.

Es necesario crear espacios donde el talento es gestionado para que la información se convierta en conocimiento y éste en sabiduría colectiva. Solo así es posible afrontar el desafío que supone que un grupo de personas trabajen y se comprometan en la búsqueda colectiva e individual de la excelencia, hacia un objetivo común.

Belleza e Inteligibilidad

“Hace bastantes años, cuando en una entrevista me preguntaron qué era la belleza, creí que no acudiría a mí ninguna idea para definirla, hasta que se me ocurrió una respuesta: una pausa en el tiempo
…Además de la excelencia de su impacto estético, lo bello alcanza tal estado cuando posee un misterio, desde la rotunda perfección de unas formas, hasta la transparencia de una mirada”.

La belleza es la cualidad de conmover, de levantar pasiones, de provocar una necesidad irracional de detener el tiempo (como dice Joana Bonet, en la cita previa) de habitar en ella, de no movernos de allí, de lo que contemplamos y admiramos.

La belleza reside en el corazón de quien la observa” dijo Albert Einstein

La belleza es un privilegio de la mirada” me escribieron una vez en una dedicatoria de otro libro regalado.

Stendhal decía que “la belleza es promesa de felicidad”.

Y de e nuevo un paseo por Wagensberg para recuperar:

[63] La belleza es orden entre las partes de un todo
[64] La inteligibilidad es orden entre diferentes todos
[65] La belleza es repetición por dentro, la inteligibilidad lo es por fuera
[72] La inteligibilidad y la belleza comparten como mínimo una cosa: ambas tienen que ver con una ración de orden dentro del desorden.
[74] La belleza no tiene por qué ser inteligible, pero predispone a la inteligibilidad

Hay belleza en un paisaje, en una obra musical, una poesía, un rasgo físico, una actitud, una historia, una ejecución eficaz, una mirada, un gesto, una idea, un esquema conceptual…y creo, inspirada por los amigos citados y otros ausentes pero fundamentales, que lo que todo eso tiene en común, es algo parecido a la coherencia, la armonía, el ritmo, la simetría, la proporción.
No es tan diferente lo que sentimos ante un magistral discurso científico, que ante el gesto leal de un amigo, que sentados en el teatro ante una orquesta sinfónica. Si responden a las proporciones de la belleza, la emoción nos provocará en todos los casos “una pausa en el tiempo”.

La belleza nos predispone a la comprensión, la inteligibilidad, al conocimiento. En los negocios, en los proyectos, en la vida, ante cualquier reto intelectual, artístico o personal, buscar la coherencia y la armonía, nos coloca en el camino del éxito, nos promete, por un instante que desearíamos retener infinitamente, la felicidad.

De Verdades y Mentiras

Otro de los aforismos de Wagensberg, el que más me impresionó es

“Vivir es transitar desde el casi todo es verdad hacia el casi todo es mentira”.

Para los que hemos hecho esa transición de forma dramáticamente completa, para los desahuciados, para los que ya hemos recorrido los 9 círculos con Virgilio, para los que ya sabemos, para los liberados de esperanza y necesidad, solo queda gestionar la mentira.

No es triste (aunque pueda parecerlo de entrada), es sencilla y abrumadoramente revelador.

Mientras aún crees en verdades, hay miedo a cuestionarlas, o a que alguien lo haga por ti. Eres beligerante en la defensa de tus principios, valores y fundamentos. Sin ellos, el suelo se mueve bajo tus pies y la sensación de angustia al sentir que pierdes tus anclajes, te obliga a defenderte desesperadamente, ante cualquier situación, reflexión o persona que cuestione tu verdad. Sólo hay que leer los periódicos, encender 5 minutos el televisor o mirar fríamente los conflictos personales a nuestro alrededor, para comprobar hasta qué punto el miedo nos convierte en animales feroces contra lo diferente, contra aquello que no comprendemos, contra lo que nos obliga a cuestionarnos.

Cuando ya no te quedan verdades, eres libre, ya no hay miedo. La vida está transitada. Y, aunque sea una paradoja, és entonces cuando empieza de verdad.

Sólo hay un miedo desde ese lugar: Pensar que se puede de nuevo transitar, inversamente, desde el casi todo es mentira al casi todo es verdad. El primer viaje (el que anuncia Wagensberg) es doloroso, pero natural (todos estamos en algún punto de ese continuo). El segundo es aterrador.