Algunas ideas para una gestión de Proyectos basada en la colaboración, la gestión de las emociones y la compartición de información:
Equipos en forma de redes: Los equipos de trabajo deben organizarse siguiendo modelos de redes sociales, donde las antiguas jerarquías, roles, catalogación de perfiles y segmentaciones propias de las tradicionales carreras profesionales, son sustituidas por una organización basada en la aportación de valor.
Cada persona del equipo aporta todo lo sea capaz de traducirse en beneficio para el proyecto, independientemente del rol que ocupe y de lo que “le toque hacer” en la cadena de asignación de tareas. Hasta el personal de la limpieza que se pasea silencioso entre nuestro mobiliario, a última hora del día, puede estar identificando un riesgo que se está escapando a nuestros sesudos/estúpidos planes de contingencia.
El equipo del proyecto y los Amigos del proyecto: Trabajamos siempre con recursos limitados. Los proyectos se dimensionan rozando mínimos. Pero somos muchos, dentro de las compañías que nos acogen y fuera de ellas (antiguos compañeros, profesores, clientes que se convirtieron en cómplices, foros, contactos académicos….)
Gestionemos óptimamente el equipo del proyecto, pero administremos también la red de contactos que nos pueden ayudar, enseñar, y dar soporte puntual
MONTEMOS REDES alrededor del proyecto. Busquemos ALIADOS hasta en el INFIERNO
Conocimiento abierto y colaboración: Todo el equipo tiene acceso a toda la información del proyecto y todo se comparte y alimenta colectivamente. Un proyecto un wiki. Todos (todos!) los miembros del equipo aportando ideas y conocimiento al repositorio colectivo, sin restricciones de perfiles ni de roles. Cualquier información puede ser clave para el desempeño de la tarea más simple.
Confianza: Es el valor que predomina en el equipo en sustitución de mecanismos de control excesivos que ralentizan los procesos e inhiben el compromiso y la creatividad. No se puede confiar a medias: O confías en tu equipo o no confías. La confianza no puede ser condicionada. Confía y deja de controlar. Las consecuencias del exceso de confianza siempre son más económicas que los mecanismos neuróticos de control.
Celebrar cada Éxito: La satisfacción colectiva tiene una fuerza increíble. La energía que produce el trabajo bien hecho se contagia, cohesiona, se convierte en magia (alimento imprescindible de cualquier proyecto que se precie)
Celebrar también los Fracasos: Tom Peters es más salvaje de lo que yo me atrevo a ser: “Los INTENTOS rápidos Engendran FRACASOS rápidos, Que a su vez producen CORRECCIONES rápidas, Que por supuesto dan lugar a EXITOS rápidos”
Objetivo común: El equipo comparte los mismos objetivos, estos son explicados, entendidos y asimilados por el grupo (en muchos casos son creados –redefinidos- por el equipo). Sólo así se genera compromiso y actitudes donde el beneficio común (el proyecto) se antepone al individual
Seguiremos.





