Redes poderosas de individuos impotentes

FilosofiaAlgo recuperada de la intensidad de los últimos días, necesito (sí necesito ;-), poner orden a tantas ideas, información y relaciones.
He dormido con agonía por primera vez desde el UrbanLabs, al que siguió una semana laboral exigente que acogió también el curso de Sociedad Red (irrenunciable).

La intensidad no es sólo fruto del tiempo dedicado a estas actividades sino de la cantidad de estímulos que se reciben.
Sobredosis de información, ante la que el cerebro humano, reacciona sintetizando, extrapolando, compartiendo, ordenando, seleccionando, abstrayendo, reduciendo, comparando…es igual, todo vale para conseguir algo de sosiego, para pretender la falsa sensación de dominio sobre una complejidad abrumadora; para tantear los límites de tu capacidad de comprensión, de posesión; para aceptar y perdonarte lo que te vas a perder, lo que asumes ignorar; para seleccionar aquello en lo que quieres sumergirte profundamente y aquello que surfearás superficialmente.
Todos somos distintos en la configuración de ese puzle mental.
Nadie sabe lo mismo ni ignora lo mismo que el otro. Y a medida que disponemos de más información y a medida que aumenta la complejidad del entorno sistémico en el que vivimos, cada vez necesitamos más las ignorancias y sabidurías ajenas.

Cuando algo parecido (mejor explicado) fue dicho por un asistente al curso de Sociedad Red, lo busqué con la mirada y, me da un poco de vergüenza decirlo, no me quedé tranquila hasta que lo encontré y conversé con él.

Para mi (y para Carlos) la RED (no hablo de Internet) es la configuración relacional consecuente (no causante) de la complejidad del mundo que nos ha tocado vivir. De alguna forma hemos comprendido que no hay otra forma de ESTAR y no volverse loco.

Una persona de su tiempo es la que se hace cargo del conocimiento vigente de su época” dice Wagensberg.

Sigo con él aunque sólo se por la sonrisa que me provocan sus siguientes aforismos:

Un visionario es, necesariamente, una persona de su tiempo

La diferencia entre un visionario y un iluminado está en que el segundo no necesita ser una persona de su tiempo”.

Pero hoy, a diferencia de otras épocas de transformación social, es imposible abarcar individualmente “el conocimiento vigente” de nuestra época.
Tenemos más tecnología, mayor y mejor acceso a la información, pero paradójicamente, más dificultad de “hacernos cargo del conocimiento vigente”.

Una de mis conclusione sobre el curso de Sociedad RED es la necesidad de la diversidad, no sólo como elemento de cohesión social ni como configuración óptima ante proyectos profesionales, sino como necesidad Psicológica para comprender y comprenderse.

El curso acertó desde la elección del título. Un evento presentado como “Sociedad RED: Cambios sociales, Organizaciones y Ciudadanos”, llamó la atención y provocó la asistencia de personas de disciplinas e intereses muy diversos.
Allí se daban cita científicos, humanistas y tecnólogos, y demostró, no sé si de forma deliberada, tanto en las ponencias como en las conversaciones informales, que ya no podemos comprender y progresar desde una única rama disciplinal del conocimiento.
“La tecnología no es un pedazo del pastel, es la base del pastel” dijo alguien. Un pastel que ya no podemos digerir con las relaciones tradicionales entre disciplinas sino desde una visión holística del conocimiento y su aplicación y esto sólo puede suceder en RED.

Hay que abrirse, hay que hiperconectarse (nos recomendaba apasionadamente Carol Darr), el precio es la sobreexposición (se quejaba alguien en la sala) y la tensión entre nuestra esencia más íntima y la tendencia a vivir en nuestra periferia, aceptando que es allí dónde se darán las conexiones con los otros.

Creo que a los que estábamos allí (y en eventos parecidos) nos unía algo más que el interés temático del curso, el networking entendido como la capitalización profesional de relaciones o la volutad de aprender. Nos une el activismo, el compromiso, la inquietud intelectual, y sobretodo la complicidad de sentirnos pequeños e impotentes ante el reto autoimpuesto de contribuir a mejorar nuestro entorno, nuestra sociedad, nuestro mundo. Un mundo complejo, inestable, globalizado e interconectado, a cuya comprensión no podemos acercarnos en soledad. Ni en soledad individual ni en soledad disciplinal.

La RED (ahora sí hablo de Internet) nos va a facilitar la colaboración y el intercambio, pero no bastará, vamos a tener que romper silos de competencias.
LA educación debería preservar la especialización, pero deberá también animar a otros a que no escojan entre ciencias y letras, porque vamos a necesitar mentes visagra que nos ayuden a que todo conviva, se relacione y se enrede.
Y cada uno de nosotros, aunque nos especialicemos, vamos a tener que echar mano de la física, la químina, la biología, la filosofía, la antropología, las matemáticas, la tecnología, el arte, la sociología, la historia…para comprender cómo hemos llegado hasta aquí y como continuamos avanzando como individuos y como especie.

Un reto, una condena, y un apasionante viaje.

Gumersindo Lafuente

Llego tarde a la ponencia de Gumersindo Lafuente así que me he perdido la introducción que supongo ha hecho Antoni Gutierrez-Rubí sobre este hombre de discurso sereno, actitud cálida y voz envolvente.

Me atrae hasta el punto de abrir el portatil y buscar información sobre él abandonando el bloc de notas en formato 0.0 en el que suelo escribir y garabatear. El ponente levanta slides escritras en un cuaderno tamaño cuartilla como soporte visual. Me hace sonreir de complicidad.

Lo primero que me encuentro es una nota en Periodistas21 sobre el momento en el que su trayectoria profesional empezó a virar hacia la coherencia con la que hoy se explica ante nosotros.

De ahí salto a Soitu.es el periódico on-line (no se si esta descripción es justa) que dirige.

Y allí (cosas de la red y la magia -y la tiranía- de la inmediatez) veo descrita la clarividencia con la que Imaz nos ha conmovido esta mañana.

Nota: Ah! y por fin he conocido a Manu.

La conversación necesita algo más que tecnología

Nos lo demuestra Andrew Rasiej con este video

Josu Jon Imaz, nos decía hace un rato que si los partidos y representantes políticos intentan colonizar internet como un nuevo espacio para aplicar las reglas y valores de siempre, sencillamente harán el ridículo.

Nota: el video lo creo un tío en su casa inspirado (aterrado?) por un comunicado de Hillary que anunciaba su participación en los new media.