Feliz Navidad

Sabias ignorancias

bancarrotaUn ciudadano vendía bocadillos.

No veía la televisión, ni oía la radio, ni leía la prensa, pero vendía unos bocadillos que tenían gran aceptación en el vecindario.

El éxito de su producto le llevó a alquilar un terreno sobre el que construyó un pequeño local con un gran letrero en el que se decía “Compre y disfrute del mejor bocadillo”.

Anunciaba con gran entusiasmo e ilusión su producto.

La popularidad le animó a ampliar el negocio.

El incremento de la demanda le impedía atender él solo a todo el mundo por lo que le pidió a su hijo que abandonara la universidad donde estudiaba fuera de la ciudad y regresara para ocuparse del negocio familiar.

A la vuelta el hijo le dijo:

– Padre ¿no escuchas la radio ni lees los periódicos?. El país está sumido en una profunda crisis

El padre pensó entonces:

– Mi hijo estudia en la universidad, saca buenas notas debe saber de lo que habla. Además lee la prensa, escucha la radio y ve la televisión. No puede equivocarse.

El padre empezó a comprar menos pan y menos carne, quitó el enorme letrero que daba la bienvenida a los clientes con el lema “Compre y disfrute del mejor bocadillo”, canceló el alquiler del terreno y dejó de anunciarse.

Las ventas comenzaron entonces a caer y un día le dijo a su hijo:

– Tenías razón hijo mío, las cosas están realmente mal. Estamos inmersos en una auténtica crisis.

Leído en “Patologías de las Organizaciones” de Javier Fernández Aguado, Marcos Urarte y Francisco Alcalde.

Buenos días y Buena Suerte